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Carlos Foulquie, director de Ventas de Golfmanager: «La capacidad de adaptación a las necesidades del cliente, estar 100 % en la nube, y el soporte técnico nos hacen diferentes de otros softwares de gestión de clubs de golf»

Carlos Foulquie es un reconocido profesional que atesora casi veinte años de experiencia en diferentes áreas de la industria del golf. Ingeniero civil por la Universidad de Michigan State y MBA por IE, al concluir sus estudios universitarios en 2001 volvió a España incorporándose al área de proyectos de Global Golf. Tras varios años involucrado en proyectos de diseño y construcción de campos de golf, en 2011 fichó por Depique Golf, empresa en la que como directivo realizó diversas funciones comerciales. A principios de 2019, Carlos se incorporó a Golfmanager como director de Ventas.
 


 

Tu formación es específicamente técnica y la aplicaste a la industria del golf desde el principio de tu trayectoria profesional, ¿qué te motivó a ello?

A los seis años cogí mi primer palo de golf en Real Club de Golf de Las Palmas, club centenario con una grandísima cantera de jugadores, y desde el principio este deporte me atrapó. Recuerdo jugar muchas tardes siendo un enano, yo sólo con la bolsa a cuestas, hasta que los últimos rayos de sol me permitían ver el vuelo de la bola. Era feliz compitiendo contra el campo y contra mi mente y, además, se me daba bien. Pronto entré en los equipos nacionales con los que competíamos a nivel internacional.

Por el lado académico siempre quise estudiar arquitectura pues me apasionaba la idea de crear y diseñar casas y edificios. La realidad es que luego fue muy difícil compaginar los estudios con la alta competición y no me dio la nota en Selectividad para entrar en Arquitectura. Empecé a estudiar Industriales en la UNED y surgió la oportunidad de marcharme a Estados Unidos con una beca de golf. Mi generación fue de las primeras en saltar el charco buscando poder estudiar y competir. Allí hice Ingeniería Civil y al acabar tuve que tomar la complicada decisión de no hacerme profesional. Fue una decisión dura pero el destino me regaló el trabajo perfecto. Sí, alejado de la competición pero todavía encima de la alfombra verde… ¡diseño de campos de golf! Era perfecto, se unían mis dos pasiones, golf y arquitectura, en un mismo trabajo. Así empezó todo.

 

Tu primera ocupación en la industria fue la de diseñador de campos de golf, además en una época en la que en España se construían muchos recorridos. ¿Qué recuerdos guardas de aquella etapa?

Fue una etapa espectacular. En Global Golf Company aprendí muchísimo de Marco Martín y Luis Vierna, a quienes siempre agradeceré la oportunidad que me dieron en su día. Aprendí también muchísimo de Blake Stirling, grandísimo diseñador con un toque de genio loco. La verdad es que todo el equipo humano era muy especial, grandes compañeros y amigos.

Desafortunadamente, cuando mejor iban las cosas y empezábamos a darle el salto internacional, llegó la crisis inmobiliaria. Fue muy duro ver como casi se tuvo que cerrar la empresa con cuarenta proyectos firmados en cartera. Entre ellos estaba un proyecto de mil quinientas hectáreas y cinco campos de golf en República Dominicana que estábamos codiseñando con Tom Watson y cuya propiedad era Luis García Cereceda, el empresario artífice de la famosa La Finca en Pozuelo de Alarcón en Madrid. Fue una gran lección de vida (un mal bogey) pues me había visualizado diseñando campos de golf toda mi carrera.

 

Al concluir tu etapa en Global Golf cambiaste radicalmente de trabajo y te incorporaste al área comercial de Depique, ¿por qué diste este paso? ¿Cómo surgió la oportunidad?

Mi salida de Global Golf me puso en una situación laboral incierta pues mi perfil profesional era muy específico: ingeniero con experiencia en el diseño de campos de golf. Mis opciones eran muy reducidas y la construcción de nuevos campos de golf en España (y en extranjero) tendía a cero pues todo nuevo campo estaba asociado a un desarrollo inmobiliario, sector en una debacle profunda y sin visos de mejora. Estuve un tiempo trabajando como autónomo y consultor y decidí hacer un MBA en el Instituto de Empresa, lo que pensé podría servirme de gran ayuda para seguir creciendo como profesional y además ampliar mi abanico de opciones laborales de cara al futuro.

Justo al acabar el MBA, mi gran amigo Iván Llonch, cofundador de Depique, estaba haciendo una ampliación de capital para crear una cadena de tiendas de golf y me propuso entrar como accionista. Aunque el retail no era un negocio que conociera, sí lo vi como una buena oportunidad para seguir aprendiendo, ensanchar mi perfil con una vertiente más comercial y, cómo no, seguir vinculado a la industria del golf.

 

Recientemente has dado otro giro a tu carrera uniéndote al equipo de Golfmanager, ¿cómo han sido estos nueve primeros meses?

Decidí salir de Depique porque llegó un momento en el que sentía que me había estancado y no era feliz. Lo fácil hubiera sido esperar a encontrar otro proyecto para salir pero me pareció más honesto dejarlo en ese momento ya que no estaba aportando mi mejor versión. Mientras buscaba nuevas oportunidades, y cuando ya casi tenía decidido seguir mi camino lejos de golf, se volvió a cruzar el destino cuando me encontré con mi amigo Rafa Vera, CEO de Golfmanager, en una presentación de revenue management. Rafa estaba buscando a alguien que les ayudará a empezar a hacer crecer el proyecto y poco después me ofrecieron unirme a la aventura Golfmanager. Me pareció una excelente oportunidad pues tenía claro que quería orientarme al mundo digital, industria que me atrae especialmente. ¡Otra vez se volvían a aunar mis dos objetivos!
 

 

El software Golfmanager permite gestionar reservas, clientes, tienda, restauración, escuela, almacenes, etc., desde la nube, ¿abarcáis todas las áreas de gestión de un club de golf?

Abarcamos prácticamente todas las necesidades que tiene un campo de golf. No tocamos gastos y contabilidad pero sí que nos integramos con cualquiera de los softwares de contabilidad que existen, incluso los hechos a medida. Una de las ventajas que tiene Golfmanager es que funciona por módulos/apps y cada cliente se puede descargar lo que necesita. Además, nuestro software es open source y está diseñado para integrar fácilmente nuevas funcionalidades, por lo que si algún cliente tiene un requerimiento, por muy especifico que sea, se lo podemos desarrollar a precios muy reducidos, precios inalcanzables para otros programadores. Nuestra estructura de datos nos permite hacer desarrollos fácilmente para nuestros clientes y esta característica nos hace únicos en nuestro sector pues no existen compañías dispuestas a evolucionar su software a demanda de los clientes.

 

¿Por qué merece la pena que un gerente de club de golf decida probar Golfmanager?

Igual lo que voy a decir podría parecer pretencioso por mi parte pero los que me conocen saben que soy una persona modesta y cauta. Creo que la cuestión a preguntarse es porque un gerente de club de golf no querría probar Golfmanager. Son múltiples las ventajas que ofrecemos pero lo que más nos ilusiona es que en poco más de un año de desarrollo ofrecemos más funcionalidades que el resto de softwares de la competencia y eso no acaba ahí pues todavía tenemos un montón de proyectos que vamos desarrollando sin prisa pero sin pausa, ofreciendo nuevas funcionalidades a nuestros clientes semanalmente.

Estamos 100 % en la nube, disponibles desde cualquier dispositivo con acceso a Internet y con una velocidad impresionante. Somos un software moderno, intuitivo, muy fácil de usar y sin límites en cuanto a funcionalidades se refiere. Nuestro soporte está siempre disponible para solucionar cualquier duda que pueda surgir y para ayudar al cliente a sacar el máximo rendimiento. Además ofrecemos diferentes tarifas para adaptarnos a las necesidades y presupuesto de cada cliente.

 

La sede de la Ryder Cup 2022, el italiano Marco Simone Golf & Country Club, ya es usuario de Golfmanager, ¿qué ‘feedback’ os está aportando?

Marco Simone fue uno de nuestros primeros clientes y la verdad es que ambos estamos muy contentos con el resultado. Nuestro software les ha aportado muchas soluciones y para nosotros son un excelente embajador.

En realidad, nosotros siempre estamos dispuestos a escuchar las necesidades de nuestros clientes pues cada campo de golf es distinto y tiene su forma propia visión de cómo hacer las cosas. Nos interesa que nos den feedback y nos expliquen con mucho detalle sus procedimientos rutinarios y así poder ofrecerles soluciones. La casuística en cuanto a comercialización y tipos de clubs que existe en España es tan diversa que para ser competitivo en este sector tienes que tener un software muy completo, nosotros lo tenemos y eso nos hace muy fuertes a la hora de vender nuestro producto en el extranjero.

 

Vuestro software no deja de incorporar novedades y funcionalidades, ¿qué podemos esperar de Golfmanager durante los próximos meses?

Somos muy exigentes con el producto y tenemos claro nuestros objetivos por lo que cada semana seguimos analizando e incorporando nuevas funcionalidades con el objetivo de ofrecer el mejor software de gestión de campos de golf. Justo ahora acabamos de incorporar un BI propio que es completamente customizable y que impresiona ver toda la cantidad de datos e información que se pueden extraer de él. Tenemos entre manos varios proyectos que pronto saldrán a la luz y que no podemos desvelar aún pero estamos seguros que van a ser diferenciales y van a hacer de nuestro software un producto 360.
 

 

Las ferias, los congresos, las reuniones, etc., son eventos en los que se intercambia información y también se potencia la formación. ¿Cómo de importante es la formación continua para los gerentes de clubs de golf?

Como en cualquier otro sector estamos en la era de la digitalización y las cosas van cambiando a un ritmo vertiginoso. Es lo positivo y lo complicado que tiene la innovación y la tecnología pues te obliga a crecer como profesional al mismo ritmo, si no te queda atrás. El management en el sector del golf previo a la crisis económica del 2007 estaba muy poco profesionalizado pues prácticamente todo valía y los clubs no necesitaban de mucho talento para sacar adelante sus cuentas de explotación en positivo.

Eso ha cambiado durante la última década y ya hay grandes profesionales que son capaces de exprimir al máximo el potencial del club donde trabajan en un entorno global extremadamente competitivo. Desafortunadamente también nos encontramos clubs cuya gestión es obsoleta y que además no tienen ilusión por subirse al carro de la digitalización. Normalmente son los clubs que tienen más dificultades para salir adelante, mientras que aquellos que están dispuestos a seguir innovando y formándose son lo que más posibilidades tienen de presentar buenos resultados a final de año.

La formación hoy en día es fundamental en todos los aspectos de la vida. Vamos muy rápido y por eso es fundamental que todas las áreas del club de golf se formen, no solo la Dirección. Algunos clubs ya han dado los primeros pasos hacia la digitalización pues los clientes ya empiezan a exigirlo. Todos somos conscientes de los tipos experiencia de cliente que nos ofrecen monstruos como puede ser Amazon, por ejemplo, donde puedes hacer la compra por el móvil desde el trabajo y tenerla en casa en un par de horas. En los próximos años estas experiencias se van a ir incorporando a nuestro sector y en Golfmanager vamos a estar presentes para aportar las herramientas necesarias a aquellos clubs que busquen dar un salto exponencial en cuanto a los servicios que ofrecen a sus socios y visitantes.

 

¿Qué le recomendarías a un estudiante de últimos años que estuviera valorando dedicarse al sector de la gestión de clubs de golf?

Le diría que es un mundo apasionante aunque sacrificado pues se trabajan muchas horas, prácticamente siete días a la semana. Si lo tiene claro, le recomendaría que se formara bien y, si puede, que se marchara fuera de España a estudiar en alguna de las escuelas de gestión de campos de golf. Mis preferencias son Estados Unidos y Reino Unido. Le animaría también a ser curioso y ampliar su formación en el área digital-tecnológica. Le diría que hiciera prácticas en campos y resorts de referencia pasando por todas las áreas que componen la gestión de un campo de golf y, sobre todo, que no tuviera prisa porque si hace las cosas bien acabará teniendo su oportunidad aunque tienes que estar dispuesto a salir de tu país.

Aprovecho la oportunidad para animar a las escuelas de gestión de campos de golf españolas a que apuesten sin titubeos por el área tecnológico-digital y lo introduzcan con ímpetu en sus programas. ¡Esto es imprescindible!

 

¿Cuáles son tus objetivos a corto y medio plazo?

A corto plazo tengo toda mi ilusión puesta en que seamos capaces de poner Golfmanager como empresa a la altura del producto que ofrecemos. No apuesto por otra cosa. Estoy seguro de que lo vamos a conseguir pues estamos haciendo muy bien las cosas aunque es un sector complejo. A largo plazo prefiero no pensarlo porque hoy es una temeridad mirar más allá de tres o cuatro años. El mundo es más global que nunca y soy una persona con amplitud de miras, dispuesta a crecer personal y profesionalmente. Lo que sí tengo claro es que me encantaría mirar para atrás dentro de diez años y decir que a la tercera, con Golfmanager, sí fue la vencida.