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El campo de pitch & putt de Lizaso Golf, nuevamente afectado por la invasión de una piara de jabalíes

Hace unos días, las instalaciones de Lizaso Golf volvieron a ser invadida por una piara de jabalíes que en cada visita (nada menos que ocho desde el pasado mes de agosto) arrasan con la zona limítrofe a los greens. Estos animales levantan con los hocicos grandes superficies de césped cada vez que acceden al campo produciendo importantes destrozos y evitando los medios disuasorios que hasta ahora han sido empleados para ahuyentarlos.

«Primero utilizamos un producto ahuyentador que funcionó unos días, pero, al parecer, los jabalíes se acostumbraron al olor del repelente y continuaron con sus asaltos nocturnos. Después instalamos varios ‘pastores eléctricos’ que funcionaron hasta que la noche pasada, cuando el número de jabalíes que conformaban la piara fue tan grande que acabaron arrollando los cables y entrando de nuevo en la finca», indica Ceferino Elizondo, director de Lizaso Golf.

«Los jabalíes, que cada vez viven más cerca del río y más alejados del monte, bajan a beber a la orilla y, tras vadearlo y sin oposición ya que las orillas de los ríos no se pueden vallar, entran en la instalación deportiva. Allí se dedican a ‘muturquiar’, a meter el hocico bajo césped levantando buena cantidad del mismo. Su terreno favorito para esta actividad es el que rodea el green, rico en humus, mientras que el propio green no les gusta tanto porque la tierra está mezclada con arena», añade Elizondo.

«Este no es el primer año en que recibimos la visita no deseada de jabalíes pero esta temporada está siendo más frecuente que nunca. Aunque de momento no nos hemos visto obligados a cerrar ningún día, estamos soportando pérdidas a causa de los destrozos que provocan. Quienes tenemos nuestra actividad en el medio natural no tenemos que pagar las consecuencias de los ataques de los jabalíes, ni los ganaderos ni nosotros», afirma Elizondo.