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Luis Miguel Bustamante y Rocío Alvear encaran la fase final del programa ‘Excellence in Greenkeeping 2023’ de FEGGA

Desde hace unos años, la Federación de Asociaciones Europeas de Greenkeepers de Golf (FEGGA) desarrolla un programa formativo enfocado a brindar oportunidades a aspirantes a greenkeepers para ayudarles a desarrollar y avanzar en sus carreras.

El programa, una iniciativa de Dean Cleaver, director técnico de FEGGA, se inició en el resort murciano Polaris World y desde hace unos años se desarrolla en el sueco Kristianstads Golf Club, situado al sur del país. Su campo está considerado el tercero mejor de Suecia y es un asiduo ‘TOP 50’ en los rankings de Europa continental.

En la edición de 2023 del programa ‘Excellence in Greenkeeping’ de FEGGA participan seis estudiantes, un croata, un finlandés, un sueco, un belga, un canario y una madrileña, que desde el pasado 10 de abril y hasta el próximo 10 de octubre estudian y trabajan codo con codo a las órdenes de Bevan Tattersall, un excelente profesional elegido mejor superintendent de Suecia en 2022 que además atesora dos participaciones en le Ryder Cup, en 1993 como greenkeeper y en 2002 como course manager.
 

 
La madrileña Rocío Alvear, ingeniera agrónoma, finalizó su titulación de greenkeeper en España a principios de este año y posteriormente fue seleccionada para el programa, una beca que le brinda una oportunidad de desarrollar sus habilidades prácticas.

Por su parte, el grancanario Luis Miguel Bustamante cursó el master de greenkeeping de EADE tras concluir la carrera de Derecho al tiempo que trabajaba como caddy master en el Real Club de Golf de Las Palmas, club en el que descubrió su gran interés por el mantenimiento del campo y que le facilitó su formación inicial.

«Descubrí la beca de FEGGA gracias a compañeros del máster de EADE y, tras conocer su planteamiento y programa no me lo pensé y fui a por ella. La experiencia está siendo increíble, muy activa, no te aburres en absoluto. En Kristianstads están muy acostumbrados a acoger estudiantes y a formarles, así que el ritmo es muy bueno», explica Luis Miguel Bustamante.

«Durante el primer mes tuvimos un intenso ‘training’ en el que nos enseñaron a usar todas las máquinas del parque así como los productos que se utilizan, y en la cuarta semana del programa nos asignaron un proyecto concreto a cada uno. A partir de ahí, todos los días participamos en el ‘set up’ del campo y por la tarde nos dedicamos a los proyectos. Los españoles estamos encargados de uno de fertilizantes orgánicos y gestión del agua, otros dos compañeros trabajan con variedades cespitosas en un vivero, y a los dos últimos les han encargado lograr el green más rápido del mundo (¡y ya han superado el 16,5 en el stimpmeter!)», añade Rocío Alvear.