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«El COVID ha hecho crecer el número de golfistas en muchos países emisores, creo que los golfistas viajarán en cuanto se levanten las restricciones y que la recuperación podría ser relativamente rápida» – Marcello Della Vecchia, director de Ventas y Marketing del Real Club de Golf El Prat

Marcello Della Vecchia es un reconocido profesional de la industria del golf que atesora casi veinticinco años de experiencia en el sector. Licenciado en Economía y Turismo, en 1997 dio sus primeros pasos en la industria siendo adolescente trabajando los veranos como caddy master Pevero Golf Club y unos años más tarde pasó a la oficina deportiva trabajando como marshal y colaborando en la organización de torneos. Durante ese tiempo se licenció en Turismo y se graduó de la Escuela Nacional de Golf consiguiendo el título de secretario deportivo. A principios de 2010 se incorporó a Golf Son Quint como director de operaciones y a mediados de 2011 regresó a Italia como comercial del siciliano Verdura Resort siendo promocionado hasta ser director de Ventas de Golf durante los años que permaneció en Rocco Forte Hotels. En 2017, Marcello se incorporó al Real Club de Golf El Prat como director de Ventas y Marketing.
 


 

Prácticamente toda tu carrera profesional se ha desarrollado en el sector de golf, ¿cuándo decidiste que ésta sería la industria en la que crecerías profesionalmente?

El golf me ha atraído desde que tengo uso de razón. Me crié a pocos kilómetros de Pevero Golf Club en Cerdeña y, al pasar cerca del campo, me atraía la idea de jugar. Cuando tenía nueve años el club organizó unas clases colectivas en colaboración con mi colegio y desde entonces el golf entró en mi vida.

Terminadas esas clases colectivas no seguí jugando porque en esa época (principio de los años noventa) el golf era todavía un deporte elitista y muy caro. La única forma de entrar en el club era trabajando y lo hice a la primera ocasión que tuve en 1997. Todavía recuerdo mi primer día y lo feliz que estaba de volver a pisar el club, nunca olvidaré esa emoción.

Era muy joven y, obviamente, aún no sabía lo que quería hacer de mayor pero tengo un recuerdo muy claro de unos de los primeros días de trabajo. Subí al bar del club, que tiene una terraza con unas preciosas vistas al campo y a las bahías de Cala di Volpe y del Pevero… y mirando ese espectáculo pensé que los campos de golf suelen estar ubicados en entornos espectaculares y que me quería dedicar al golf para poder vivir en sitios bonitos. De momento he vivido en Cerdeña, Mallorca, Sicilia y ahora Barcelona, ¡ni tan mal!

 

¿Qué recuerdos guardas de esos primeros trabajos en Pevero Golf Club?

Esos años fueron, por un lado, un poco duros porque decidí renunciar a las vacaciones de verano cada año pero, por otro, muy enriquecedores ya que fueron la base de mi carrera profesional.

¿Recuerdos? Tengo muchísimos.

Una vez al mes el caddy master nos mandaba a buscar bolas en los laterales y al fondo del campo de prácticas ya que en esa época no había redes de protección y se perdían muchas bolas. Iba con otros tres o cuatro compañeros a las seis de la mañana para que no hubiese nadie dando bolas y, al acabar, siempre nos regalaban veinte mil liras (unos diez euros aproximadamente) para ir a desayunar al bar de al lado. ¡Recuerdo esos desayunos con mis amigos con mucha alegría!

Tampoco olvidaré cuando pasé del cuarto de palos a ser marshal. Me había sacado la licencia de árbitro en la Federación Italiana de Golf y me sentía súper importante. Mis padres siempre han sido grandes trabajadores y nunca me ha faltado de nada así que, con mi sueldo, me di varios caprichos como un equipo de sonido con lector de CDs que en esa época era de última tecnología. Me sentía muy orgulloso de haberlo podido comprar con mi esfuerzo y esa sensación me empujó a trabajar más duro para conseguir lo que quería.

 

Más tarde te hiciste cargo de la dirección de operaciones de golf del mallorquín Son Quint, ¿con qué te quedas de esos años?

Mi etapa mallorquina empezó gracias a Markus Dickey, antiguo director del Pevero Golf Club, que en 2009 entró como director de área de Arabella Golf Mallorca. Había trabajado con él cuatro años y me ofreció el puesto de director de Operaciones de Son Quint (recorrido de dieciocho hoyos) y de Son Quint Executive (pitch & putt). Aparte también coordinaba, junto con el equipo deportivo, los torneos de Son Muntaner y Son Vida, los otros dos campos de Arabella Golf.

La experiencia fue muy positiva en todos los aspectos. Aprendí un nuevo idioma, viví el extranjero y, por primera vez, dirigía un equipo. Los compañeros me trataron fantásticamente y sigo teniendo varios amigos con los que sigo en contacto.

Trabajar allí me abrió mucho la mente y, además de poder aplicar todos mis conocimientos en la parte operativa, conocí el mundo del turismo y de la touroperación. Ver tantos jugadores de toda Europa me hizo pensar mucho en todo el trabajo que había detrás y empecé a tener curiosidad sobre el área comercial.

En definitiva, fue una experiencia especial que llevaré conmigo para siempre.

 

¿Qué diferencias encontraste entre trabajar en Italia y en España?

España e Italia son muy similares y, a nivel laboral, no existen grandes diferencias. Lo único que puedo destacar es el apoyo que las instituciones españolas dan a la promoción de golf porque en Italia es bastante reducido mientras que aquí en España hay muchas entidades (Diputación, Patronato de Turismo, etc.) que ayudan a los clubs a desarrollar su actividad comercial participando en ferias, organizando eventos, etc.

 

Tras tu primera etapa en España volviste a Italia y te uniste al equipo de ventas de Rocco Forte Hotels llegando a ser su director de área. ¿Por qué este cambio de actividad?

Mi experiencia en Mallorca me hizo crecer mucho a nivel de gestión de operaciones y, al mismo tiempo, me hizo desarrollar curiosidad hacía el área comercial. Trabajando en Arabella Golf empecé a preguntarme de dónde venían todos esos jugadores y cómo el club promocionaba su marca en el extranjero.

Con un poco de curiosidad empecé a mirar cómo se movía mi compañera del área comercial del club y vi que traía touroperadores y periodistas al club, hacía acuerdos de publicidad en medios especializados y que viajaba bastante para participar en ferias y eventos. Me pareció un trabajo muy interesante y, sobre todo, un trabajo que puede llegar a ser muy gratificante.

Me pareció un trabajo muy interesante y, sobre todo, un trabajo que puede llegar a ser muy gratificante. La oportunidad de entrar en Rocco Forte surgió por pura casualidad y la cogí con mucha ilusión y con muchas ganas de meterme a prueba en un sector de este mundo totalmente nuevo para mí. En Verdura, como director de Ventas, promocionaba un resort de lujo con doscientas habitaciones, cuatro restaurantes, cuatro bares, un spa de cuatro mil metros cuadrados y dos campos de golf de primer nivel. Además, organizaba y gestionaba todos los eventos que había conseguido para el resort. Sin duda, fue un gran reto que me dio la oportunidad de adquirir experiencia en la gestión de hoteles.
 

 

Hace tres años que te hiciste cargo de la dirección del área de Ventas y Marketing del RCG El Prat, ¿cómo surgió esta oportunidad?

Mi experiencia en el Real Club de Golf El Prat empezó a través de una agencia de headhunting que me contactó a finales de 2017. La propuesta llegó en un momento perfecto porque, aunque en ese momento todavía no me estaba planteando un cambio, llevaba casi siete años viviendo en Sicilia y acababa de organizar el Rocco Forte Open (torneo del European Tour) que sin duda fue la experiencia más intensa de mi carrera profesional hasta ahora.

Organizar un evento de ese tipo me dio la posibilidad de juntar todos mis conocimientos de gestión de hotel, food & beverage, comercial y por supuesto, golf. Tener la oportunidad de trabajar junto con el European Tour, la Federación Italiana de Golf y todo el equipo del Verdura Resort fue increíble y enriquecedor.

 

¿Cómo fueron los inicios en el RCG El Prat? ¿Qué objetivos te marcaste al incorporarte al club?

La experiencia en El Prat ha sido un reto desde el primer momento. El club venía de varios años en los que había tenido un número importante de clientes extranjeros, especialmente escandinavos, y había registrado a lo largo del 2017 una bajada bastante importante del volumen. Me incorporé con el objetivo de desarrollar mercados poco conocidos hasta entonces y crear nuevas alianzas con agencias y touroperadores, buscando siempre un equilibrio entre la vida social del club y el visitante.

Un segundo objetivo fue crear nuevos productos y experiencias utilizando lo que Barcelona ofrece, buscando nuevos partners en hoteles de la ciudad y sus alrededores. Mi tercer reto ha sido mejorar la guest experience tratando de hacer sentir nuestros visitantes como nuestros socios y mantener la gran reputación que El Prat ha creado a lo largo de los años.

 

¿Cómo es tu día a día en el Real Club de Golf El Prat?

Mi día a día se compone tanto de la parte comercial como de la gestión de operaciones de clientes y grupos extranjeros. Suelo dedicar más horas a la parte comercial por la tarde ya que por la mañana organizo y gestiono, junto con el equipo del club, la bienvenida, la logística y la experiencia de cada cliente que nos visite.

Tengo la suerte de trabajar en un equipo compuesto por muchos profesionales que aseguran en todo momento que los visitantes disfruten a lo máximo de su día de golf. Gracias al compromiso y el esfuerzo de todos, cada jugador que llega al club es recibido personalmente por alguien que le guía hasta su tee time explicándole como disfrutar de todas las instalaciones del club y aprovechar de su tiempo con nosotros.

Después de la vuelta procuramos hablar con los jugadores para interesarnos por su experiencia y ofrecerles cualquier otro servicio que precisen.

Con respecto a la parte comercial gestiono las peticiones, organizo visitas y, en general, me aseguro que todos los distribution channels (touroperadores, agencias, trade partners y web) estén actualizados y “distribuyendo” nuestro producto en todo momento.

 

La crisis económica y sanitaria generada por la pandemia del COVID-19 está afectando a todos los sectores, ¿qué influencia ha tenido en el RCG El Prat?

El club tuvo que cerrar en primavera y en noviembre, y la verdad es una lástima que no se permita jugar ya que el golf es una de las actividades más seguras dado que se practica al aire libre y siempre con distancia. Tras la reapertura, los socios han jugado más que nunca así que estamos bien dentro de lo que cabe… pero claramente echamos de menos nuestros clientes extranjeros.

 

¿Cómo valoras el estado actual de la industria del golf en España?

Como italiano lo valoro muy positivamente ya que siempre he tenido a España como uno de los países de referencia y me gustaría que en mi tierra existiera un sistema con este nivel de organización.

Ahora, viviendo aquí, me doy cuenta que hay margen de mejora pero creo que la industria del golf en España está entre las primeras en Europa y tiene grandes profesionales que podrían trabajar en cualquier club del mundo.
 

 

Un buen número de profesionales de la industria del golf opina que quien trabaja en ella debe jugar al golf, sea al nivel que sea. ¿Estás de acuerdo?

Pienso que no es imprescindible pero sí aconsejable. Los golfistas tenemos unas necesidades muy peculiares y para ofrecer un servicio a la altura y cuidar los detalles es importante conocerlas. De esta manera podemos organizar los clubs/hoteles y los diferentes servicios para ofrecer la mejor experiencia.

 

El RCG El Prat mantiene una presencia constante en redes sociales. ¿Son éstas, especialmente Instagram y Facebook, elementos importantes para la difusión del golf como deporte de masas?

Las redes sociales se han convertido en la manera más rápida, eficaz y rentable para posicionar una marca o vender servicios y son seguramente el mejor canal para dar a conocer algo. En este sentido podrían definitivamente ayudar el golf a “refrescar” su imagen y a llegar a un público más amplio del actual.

 

Un tópico generalizado del golf en España es que es un “deporte para la élite”, algo que frena mucho su promoción en nuestra sociedad. ¿Percibes este prejuicio en tu día a día?

Pienso que la percepción ha cambiado mucho en las últimas dos décadas aunque quede mucho recorrido para que el golf se democratice. Los gastos fijos para mantener un campo de golf son muy elevados y, a menos que haya un crecimiento exponencial del número de jugadores, muy difícilmente podremos tener campos públicos tan bien mantenidos como los tienen, por ejemplo, en Estados Unidos.

Sin un alto volumen de jugadores es impensable ofrecer cuotas más bajas de las que los clubs ofrecen y siendo muy realistas a día de hoy ser socio de un club no es barato si lo comparas con deportes más populares como puede ser el fútbol. Es cierto que existe un buen número de campos de prácticas y campos de nueve hoyos que facilitan el acceso al mundo del golf y están ayudando a fomentarlo.

 

El RCG El Prat forma parte de la Associació de Clubs i Camps de Golf de la provincia de Barcelona, ¿qué objetivos se marca esta asociación de la que eres, además, vicepresidente?

Barcelona está constantemente posicionada entre las primeras diez ciudades del mundo y es famosa por todo menos el golf a pesar de tener siete campos de primer nivel a pocos minutos de la ciudad. El objetivo principal de la asociación es dar a conocer los preciosos recorridos que tenemos y, gracias a la colaboración entre los clubs, permitir que reservar varios campos sea lo más fácil posible. Por este motivo hemos credo un golf pass que permite jugar hasta cinco campos haciendo una única reserva.

Además, gracias a nuestro travel partner Barcelona Golf, una agencia de Barcelona con más de veinte años de experiencia en el sector, ofrecemos paquetes con alojamiento en hoteles de la ciudad o sus alrededores.

 

¿Qué le recomendarías a un recién licenciado que esté pensando en dedicarse a la gestión de clubs de golf?

Sé que no es fácil pero mi consejo es pasar por todos los departamentos, empezando por la parte operativa. De esta forma se puede llegar a tener una visión general del club y, sobre todo, conocer bien las exigencias de todas las áreas y de todos los empleados.

 

¿Cuáles son tus objetivos a corto y medio plazo?

Me gustaría poder seguir el camino que he empezado para poder recoger los frutos del trabajo hecho en los últimos años. Empezamos el 2020 con un crecimiento muy importante y con proyecciones más allá de lo que esperábamos y desafortunadamente todo se ha parado debido al COVID-19.

El virus ha hecho crecer el número de golfistas en muchos países emisores y este factor me hace ser positivo frente al futuro. Creo que, en cuanto se levanten las restricciones, los golfistas viajarán y la recuperación será relativamente rápida. En estos meses hemos trabajado mucho el posicionamiento de marca para que los viajeros tengan presentes tanto Barcelona como el Real Club de Golf El Prat cuando planifiquen su próximo viaje de golf y esperamos poderlos recibir muy pronto.