National Golf & Country Club, campo diseñado por Stirling & Martin Golf Architects a las afueras de Bucarest, entra en la fase final de construcción

Uno de los más destacados proyectos que actualmente desarrolla el estudio Stirling & Martin Golf Architects se encuentra prácticamente a orillas del mar Negro, concretamente en Bucarest, la capital de Rumanía.
En los últimos dos años, el estudio madrileño ha trabajado para hacer que National Golf & Country Club fuera más que un proyecto y actualmente es una tangible realidad que aspira a liderar el golf rumano en las próximas décadas destilando su recorrido la esencia de la filosofía de diseño característico de Blake Stirling y Marco Martin.
«National Golf & Country Club surge octubre de 2021, con una llamada de teléfono un viernes tarde cuando jugaba el hoyo hoyo 7 de Air Golf Club», rememora Marco Martin, cofundador de Stirling & Martin Golf Architects.
«Al otro lado del teléfono, una persona me pide visitar una finca en Rumanía lo antes posible. Cuatro días más tarde me encuentro en Bucarest y Mircea Dragomir, un entusiasta del golf, me acompaña a visitar una finca agrícola plana, más que plana, de suelo mega arcilloso dedicada al cultivo de girasol. La zona de Nicolesti se encuentra a unos veinte minutos al norte de Bucarest, en una región salpicada por lagos naturales», continúa.
«El promotor dispone de ciento veinte hectáreas para desarrollar un campo de golf, un área deportiva de country club, una casa club, un centro de convenciones y una comunidad residencial con unas cuatrocientas viviendas independientes y en altura. Además, desea dedicar cinco hectáreas a un gran huerto solar que genere energía verde para alimentar el complejo residencial y de ocio», añade.
Después de tres intensos meses de análisis, las autoridades locales aprobaron la definitiva ordenación del suelo donde se propone un campo de golf residencial tipo Mariposa, llamado así por la disposición del entorno urbano de máxima integración visual con el campo de golf.
«El mejor diseño de golf siempre surge del profundo análisis de las mayores restricciones. Aquí, el mayor problema era contar con una finca plana con menos de un metro de desnivel en cincuenta y cuatro hectáreas de terreno de golf. La solución a los problemas de cotas fue crear ocho estratégicos lagos integrados en el diseño de los hoyos, todos intercomunicados y a la misma cota, es decir, todos los lagos mantienen el mismo nivel y comparten simultáneamente las fluctuaciones», explica Marco.
«La excavación de más de más de trescientos mil metros cúbicos de tierras para deprimir lagos y hoyos ha permitido desarrollar toda la creatividad en el movimiento de tierras. Invito a cualquier estudiante de diseño de campos de golf a analizar el contorneo de las curvas de nivel para estudiar en profundidad la esencia del diseño de campos de golf y el trabajo de un diseñador de golf», indica.
«El ritmo de trabajo de la constructora turca es impresionante. Comenzamos el movimiento de tierras en septiembre de 2022, en tres meses se habían movido trescientos mil metros cúbicos. El ritmo de moldeo era de un hoyo cada diez días con tres experimentados ‘shaper’ seleccionados específicamente por nuestro estudio», apunta Marco.
«Después de doce meses de obra, la construcción está finalizada a un 95 %, con dieciséis hoyos sembrados y quedando pendiente exclusivamente los trabajos de plantación de arbolado a realizar en los meses de invierno», añade.
Toda la ingeniería del proyecto ha sido desarrollada y supervisada por Ángel Serrano, director de Ingeniería y Agronomía de Stirling & Martin Golf Architects, quien también es autor del sofisticado proyecto de suministro de agua para el riego de todas las zonas verdes comunes de la urbanización y del suministro individual a cada vivienda.
El sistema de riego es el sofisticado sistema Links de Toro con aspersores Infinity de última generación. El parque de maquinaria es también íntegramente Toro y todas las semillas han sido suministradas desde España por Semilla Fitó.
National Golf se caracteriza por unos greens de gran tamaño, lo que ha permitido a Blake Stirling y a Marco Martin recrear la esencia de los campos clásicos escoceses con infinitas posiciones de bandera, desde muy sencillas a tremendamente exigentes.
Fairways y roughs moldeados permiten tanto la rápida evacuación de agua de lluvia como unos hoyos muy visuales, lo que ha permitido al promotor haber vendido el 50 % del total de la oferta inmobiliaria en menos de seis meses.