Jorge ‘Seta’ Simón, responsable de Ventas y Servicios para el sur de Europa de TaylorMade Golf: «El mundo del golf parece muy amplio pero realmente sigue siendo una pequeña familia, algo que facilita las relaciones y nos hace a todos responsables y promotores tanto del éxito como del fracaso del deporte»

Jorge Simón de Miguel, Seta, es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, especializado en Economía del Deporte y Gestión de Entidades Deportivas, igualmente es jugador profesional de golf. Entre 2012 y 2014 compaginó sus últimos años de formación universitaria con su actividad como fitter y asesor técnico de ventas para Acushnet Company, dando el salto al profesionalismo en 2014 participando en eventos del European y Challenge Tour, Mena Tour, Alps Tour y Gambito Tour, así como venciendo en eventos del Gecko Pro Tour y Circuito profesional de Madrid, al tiempo que era responsable deportivo del RCG La Herrería. En diciembre de 2017, fichó por TaylorMade Golf, siendo desde entonces responsable de Ventas y Servicios para el sur de Europa.
Tras una sólida carrera amateur y una vez terminada la universidad lo tuviste claro y te pasaste al profesionalismo, ¿qué te motivó a ello?
Siempre he sido una persona muy competitiva en cualquier aspecto de mi vida. Me gustaban muchos deportes, especialmente fútbol, golf y tenis. Es curioso pero, por razones que ni yo mismo sabría explicar, decidí decantarme por el golf.
Tras dedicar muchos años a jugar y competir a un alto nivel amateur de golf tuve muy claro que quería darme la oportunidad de triunfar en el mundo profesional pero, eso sí, tras acabar mis estudios universitarios. Eso siempre ha sido prioritario.
La vida del ‘pro’ de competición, sobre todo al inicio de su carrera, es complicada pero los patrocinadores ayudan a sobrellevarla. ¿Quienes apostaron por ti en tus comienzos?
La esponsorización en el golf ha cambiado mucho en los últimos años, especialmente en nuestro país. No es fácil conseguir apoyo económico ni de material. El patrocinador privado tiene que percibir algún tipo de retorno económico, social, mediático, etc. Y en un país donde la repercusión del golf en los medios es, por el momento, tan limitada, hace que este asunto sea muy complicado para los deportistas.
Puedo decir con orgullo y agradecimiento que tuve el incondicional apoyo de Polo Swing, Banco Mediolanum, la Federación de Golf de Madrid y un acuerdo de colaboración con el Mercado de La Paz. Desde aquí no puedo más que volver a agradecerles lo mucho que apostaron por mí. Es algo que siempre quedará en mi memoria.
Participaste en pruebas de varios circuitos, tanto nacionales como internacionales, ¿qué aspectos destacarías de la organización de cada uno?
El concepto de organización de circuitos de golf no tiene, en mi humilde opinión, nada que ver en España con respecto al resto de Europa. Ya no hablo tanto a nivel profesional sino a nivel amateur/comercial.
A nivel europeo, el jugador de golf que se apunta/acude a un torneo de golf lo hace por y para jugar al golf. El resto de actividades o complementos del evento/torneo quedan en un segundo plano. En España, por el contrario, el jugador de golf piensa más en el resto de servicios complementarios a la propia ronda de golf (carpas, welcome packs, ceremonia de entrega de premios, sorteos, cocktails, concursos, etc).
Esto por supuesto es generalizar, no todo es blanco o negro, y al mismo tiempo no digo que una cosa este bien y la otra no. Simplemente analizo lo complicado que resulta en España la organización de eventos y circuitos por la exigencia y retorno de inversión que el consumidor/jugador espera de cada evento al que acude. Esto puede dar pie a un debate muy interesante para ver que evolución va a llevar el mundo del golf en España para los próximos años.
Tras unos años compitiendo aparcaste los palos y te has dedicado al sector del material de golf cuando muchos otros ‘pros’ se pasan a la enseñanza o a la gestión de clubs, ¿por qué elegiste esta opción?
Siempre he sentido una gran atracción por el mundo comercial y las ventas. Es un sector en el que me siento como pez en el agua. Tengo facilidad para tratar con las personas, me gusta estar en contacto con ellas, conocer sus inquietudes, preocuparme por ellos, tener relaciones cercanas, siempre trabajando codo con codo para que ambas partes saquen partido del posible negocio. Estas son algunas de las razones por las que decidí colgar los palos de golf y adentrarme en el mundo comercial.
¿Qué otras facetas de la industria del golf te interesan? ¿Te ves, por ejemplo, dirigiendo un club de golf en el futuro?
El mundo del golf parece muy amplio pero realmente sigue siendo una pequeña familia. Esto facilita las relaciones, siendo todos responsables y promotores tanto del éxito como del fracaso del deporte. Honestamente no me cierro ninguna puerta. El golf ha sido, es y será mi ecosistema, eso lo tengo claro. Nunca sabe uno las vueltas que puede dar la vida y no quiero ponerme límites ni barreras.
Actualmente estoy muy a gusto en la parcela comercial de material de golf pero nunca diría que no a saltar a gestión de instalaciones, clubes, eventos, etc. Es básicamente lo que estudié y donde creo ser eficiente y capaz a la par de diferente. El tiempo dirá…
Actualmente formas parte de uno de los fabricantes de material de golf más importantes del mundo, ¿cómo es tu día a día como responsable de Ventas y Servicios para el sur de Europa de TaylorMade?
Es un reto diario. Es un trabajo realmente dinámico y que varía a cada segundo. Cada día es diferente al anterior. No hay día que no tenga la sensación de haber aprendido algo nuevo y eso me motiva para volver motivado al día siguiente.
Trabajo en la sede y centro de operaciones de TaylorMade Europa en Basingstoke, un pueblo situado a unos setenta kilómetros al suroeste de Londres. Aquí es donde TaylorMade tiene sus headquarters para suelo EMEA (Europa, Oriente Medio y África) y desde donde se gestiona toda su actividad.
La empresa es fantástica, somos un grupo de gente muy comprometida y motivada. Decidida a dar lo mejor de si mismas cada día por y para nuestros clientes. Para un loco del golf como yo, ¿qué puede haber mejor que trabajar en una empresa como TaylorMade Golf?
Es una motivación y satisfacción diaria poder trabajar para TaylorMade Golf pero siempre hay aspectos donde mejorar, de ahí que me guste conocer la opinión de los clientes y consumidores. Así que aquí lo dejo plasmado para que quien desee preguntar, consultar o comentar algún aspecto a mejorar, siempre estaré encantado de atenderles.
La tecnología está cada vez más presente en el material de golf, tanto en palos como en bolas. ¿Qué avances de los últimos años destacarías?
Esto es un debate diario en nuestro sector ya que los avances son gigantescos cada año. Evidentemente la industria en general cada vez es mas competitiva, más profesional y especializada, con profesionales mejor preparados, con maquinaria y materiales más adaptados, etc. Cada año se patentan nuevas tecnologías orientadas al rendimiento del producto y, lógicamente, para el disfrute del consumidor.
Sobre esto tengo una opinión muy particular. Al final todos estos avances y mejoras del material son agradecidos y disfrutados por el jugador amateur. El jugador profesional de élite es bueno por naturaleza además de por un inmenso trabajo/entrenamiento. Evidentemente, Rory McIlroy and cia. agradecen y notan las mejoras y avances, pero ellos mismos le darían largo y recto con una escoba si hiciese falta. Están preparados tanto mental, física y técnicamente para ello.
El ‘sujeto’ más complicado y variado de satisfacer es el jugador amateur. Hay gente más/menos alta, con más/menos velocidad, mejores/peores técnicamente, hándicaps altos/bajos, etc. Al final es conseguir productos ligeros, sencillos, atractivos, resistentes, adaptados… y a ser posible al alcance de todos los bolsillos.
Entiendo la necesidad de una limitación en los avances de la tecnología de palos/material de golf de cara a no ‘pasarte el juego’ pero es emocionante ver las maravillas tecnológicas que los ingenieros son capaces de adaptar para el mundo del golf. Hay que adaptarse a los tiempos y reinventarse. Es ley de vida.
Un tópico generalizado del golf en España es que es un “deporte para la élite”, algo que frena mucho su promoción en nuestra sociedad. Actualmente resides en Reino Unido, ¿cómo se percibe ahí el golf?
Es un concepto completamente distinto. El golf aquí es un deporte muy respetado, popular, accesible, no se percibe como algo elitista. Raro es quien no lo haya probado alguna vez. Sienten admiración por él y lo cuidan como a un hermano pequeño. Es un gustazo poder comentar con gente local a lo que me dedico, lo valoran y admiran una barbaridad.
Siempre pongo el ejemplo de un torneo que dispute en Royal Lytham. Esa semana iba cada día al campo de golf en autobús con los palos al hombro. Cada persona que me cruzaba por la calle o en el propio autobús me sonreían, te paraban para desearte suerte o que tuvieras un buen día, etc. Esa sensación era fantástica.
Sueño con que en España alcancemos ese nivel de normalidad y la sociedad lo deje de percibir como un deporte elitista y poco accesible. Aunque los primeros que tenemos que promocionarlo y defenderlo somos nosotros, los golfistas. ¿Quién si no?
Uno de los problemas más acuciantes del golf nacional es la falta de nuevos socios de clubs, nuevos jugadores ocasionales, etc. Si fueras el director de golf de un resort o el gerente de un club, ¿qué harías para tratar de crear nuevos golfistas?
La economía y el tiempo de juego son seguramente los dos factores principales, además de los trillados tópicos y prejuicios del golf en España. Tampoco ayuda el hecho de ser un deporte cuya licencia federativa es obligatoria así como la complejidad para la obtención del hándicap y requisitos que te habiliten para jugar al golf “real” (campo y no cancha). Evidentemente aspectos como precios atractivos, ofertas, abanico de posibilidades, eventos, fomentar las escuelas, golf en colegios, etc., ayudan. Aquí no estoy inventando nada, es básicamente la base del sector terciario.
La supervivencia del golf pasa por enganchar a los más jóvenes. Para mí, el futuro son los niños. Por eso proyectos desde las federaciones, clubs, empresas, colegios, Consejo Superior de Deportes, ministerio de Educación, etc., son rematadamente necesarios así como el apoyo de la prensa y medios de comunicación. El problema es conseguir que todos rememos en la misma dirección…
Mantienes una presencia constante en redes sociales. ¿Son éstas, especialmente Twitter, Facebook e Instagram, elementos importantes para la difusión del golf como deporte de masas?
No dispongo de Facebook, lo tuve hace años pero no le encontraba mucho atractivo. En mi carrera como profesional fui un gran asiduo del Twitter como arma de difusión y escaparate aunque a día de hoy la uso más como periódico y noticiario. Instagram es algo donde me divierto y estoy en contacto con amigos, compañeros, empresas, etc. Es atractivo, rápido, expresivo, para mi es la red social del momento.
Pero, desde luego, el poder de las redes sociales en general es cada vez mayor, un arma muy potente y necesaria la cual ha tumbado a gigantes de la comunicación como radio, televisión, prensa escrita, etc. Soy un gran defensor y consumidor de prensa digital, considero que debería ser más explotada tanto por organismos oficiales como profesionales del sector, empresas, jugadores, figuras mediáticas, clubes, etc. Es, sin duda, uno de nuestros mejores aliados para dar a conocer el golf y fomentarlo en nuestra sociedad.
¿Qué le recomendarías a un joven jugador de golf que esté pensando en dedicarse profesionalmente a la competición?
Lo primero y fundamental es aceptar que casos como Tiger Woods, Jon Rahm, Sergio García, Rory McIlroy, etc., son únicos y extraterrestres. Es una autentica maravilla y privilegio poder disfrutarlos, pero no se les puede imitar.
Desgraciadamente el mundo de los mortales es muy diferente. Hay gente muy buena y todos pelean por un mismo objetivo. Para mi la gran diferencia entre un jugador bueno y uno buenísimo es su día a día entrenando para ser capaz de rendir y competir a su máximo nivel.
Hay que conocerse como jugador. Saber cuales son tus debilidades para poder mejorarlas y/o evitarlas y a su vez conocer y explotar tus fortalezas. Talento, ambición y trabajo. Ni más ni menos.
¿Cuáles son tus objetivos a corto y medio plazo?
Tengo veintisiete años, soy una persona ambiciosa y exigente. Quiero lo mejor para mí y los míos. No me importa trabajar dieciséis horas al día si considero que es algo por lo que merece la pena luchar. Estoy encantado con TaylorMade y con mi vida en Reino Unido pero reconozco que echo mucho de menos la vida en España, es por eso que me veo volviendo a medio plazo para seguir con mi progresión laboral dentro del mundo del golf y poder estar cerca de mi familia, amigos, nuestras fantásticas costumbres, gastronomía, cultura, etc.
Veremos a ver que sorpresas y oportunidades nos depara el futuro, mientras tanto, ¡a trabajar duro!